Beata Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein)

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Su vida:
Nació en Breslavia -hoy Wroclaw- capital de la Silesia, una región de Alemania que pasó a Polonia después de la Segunda guerra mundial, el 12.10.1891.
Sus padres, Sigfred y Auguste, dedicados al comercio, eran judíos. Edith fue la última de once hijos. Su padre murió el 1893 y su madre hubo de cargar con la dirección de la serrería y la educación de sus hijos.
La pequeña Edith escribió de sí misma que ella de niña era muy sensible, dinámica, nerviosa e irascible, pero que a los siete años ya empezó en ella a madurar un temperamento reflexivo.

En 1913 ingresó en la universidad de Gottingen y se dedicó al estudio de la fenomenología. Aquelío era su vida: sus libros, sus compañeros, y, sobre todo, el célebre profesor E. Husserl. Durante este tiempo llega a un ateísmo casi total.

Estalla en 1914 la primera Guerra Mundial y Edith trabaja como enfermera en un hospital de cuatro mil camas. A esta obra se entrega de lleno.
El estudio de fenomenología hecho con seriedad le lleva al conocimiento profundo de la Iglesia católica y se bautiza el 1.1.1922. El Dios o el Absoluto llena toda su alma: “Cristo se elevó radiante ante mi mirada; Cristo en el misterio de la Cruz”. Su encuentro definitivo fue en 1921 leyendo la Autobiografía de Santa Teresa.

Al ser bautizada el 1.1.1922 recibió el nombre de Teresa Edwig.

A sus 42 años, el 15.4.1934, fiesta del Buen Pastor, viste el hábito carmelita en el convento de Colonia.

Su familia rompe con ella. El 21.4.1935, domingo de Pascua de Resurrección, emite sus votos religiosos y tres años después, aquel mismo día, sus votos perpetuos. Su vida será ya una “Cruz” convertida en “Pascua”.

Pronto se enrarece la atmósfera en Alemania. Los nazis odian al pueblo judío. Ella presagia la suerte que le espera. Quieren salvarla haciendo que huya a Holanda. El 22.8.1942 miembros de las SS se presentan en el convento y apresan a Sor Benedicta y a Su hermana Rosa.

Después de varios tormentos, el 9.8.1942, en el horno de gas del “infierno de Auschwitz”, moría la mártir de la Cruz, Sor Benedicta.

Fue beatificada el 1.5.1987 en Colonia. Su fiesta se celebra el 9 de agosto.

Su espiritualidad:
Además de en su vida-siempre auténtica y generosa, tanto cuando era creyente y practicante judía como cuando se alejó de la fe, y, sobre todo, cuando se convirtió después y abrazó la vida del Carmelo- su espiritualidad se manifiesta, sobre todo, en sus maravillosos y profundos escritos.

Estos son los principales: Ser infinito y eterno; La ciencia de la Cruz; Caminos para el conocimiento de Dios; Teresa de Jesús; El Misterio de Navidad; Las Bodas del cordero; La oración de la Iglesia; Ave Crux… Todas ellas arrancan del primer encuentro que tuvo con Cristo. Amó muchísimo al Carmelo y a la Madre del Carmelo. Escribió sobre su vocación cosas preciosas…

Alguien ha escrito de la misión de Edith Stein:
“Su figura, su oración y su trabajo, su silencio y su pasión, su postrera marcha hacia el oriente, no desaparecerán fácilmente de la memoria de las generaciones venideras, irradiando siempre espíritu de fortaleza y despertando anhelos por ahondar en la fe, en la esperanza y en el amor”.

Su mensaje:
Que procuremos vivir con intensidad la sinceridad y honradez.
Que estemos dispuestos a oír la voz del Señor aunque haga cambiar nuestra vida.
Que nos enamoremos de la cruz como medio de salvación.
Que seamos fieles hasta el final aunque sea con el martirio.

Su oración:
Señor, Dios de nuestros padres en la fe, infúndenos copiosamente la ciencia de la cruz, con la que enriqueciste de modo admirable a la Beata Teresa Benedicta en la hora del martirio; concédenos, por su intercesión, buscarte sin descanso a ti que eres la suma de la Verdad, y mantener con lealtad hasta la muerte la alianza eterna de amor, sellada con la sangre de tu Hijo para la salvación de todos los hombres. Amén.